En este momento siento un pesar muy fuerte, ya que hace unas semanas por un camino que frecuento encontré a una señora conocida, siempre le sonreía o hacía alguna seña para darle a mostrar mi estima, el Creador pone esos atributos en nosotros, Él es bueno y hay que dar lo mejor de sí.

De pronto en uno de esos días ella me comentó que le había dado un derrame cerebral, yo he estado mal de salud, pero aun así ese día vi que tenía su Biblia abierta, a lo cual pensé en leerle Salmo 27, aquel que dice:

YAHWEH es mi luz y mi Salvador; ¿A quién temeré? YAHWEH es el defensor de mi vida; ¿De quién tendré miedo?

Salmos 27:1 (Biblia Kadosh I. M.)

Ya que sentía necesitaba mucha luz, pero un familiar de ella apareció, al parecer un sobrino y se sentó al lado de la Biblia, la situación me impuso y decidí dejarlo para otra ocasión, pero eso nunca llegaría.

Ella estaba en mi mente y en una ocasión decidí tomar el camino donde ella se encontraba para leer el Salmo con ella, pero no la vi más, solo el lugar vacío, su casa.

Fue hace un momento que fui a tratar un asunto laboral con su hermana, quien vive cerca y que no encontré cuando me decidí a ir a verla, pero me dieron la noticia que me consternó demasiado, ya que me hace sentir alguien incapaz, aunque sé que la busqué y el enemigo se interpuso aquel día.

Pero aun así la sensación de que un alma pudo salvarse, esperando así fuera sin mi intervención, pero caso contrario trae una sensación de ahogamiento porque el Creador nos ve y realmente este tipo de cosas son las importantes:

Así que, si fuiste resucitado con el Mashíaj, entonces, busca las cosas de arriba, donde el Mashíaj está sentado a la diestra de YAHWEH.

Colosenses 3:1 (Biblia Kadosh I. M.)

Pero lo que viene a mi mente es que traté, lo reitero, pero tal vez pudo ser diferente, lo cierto es que el Señor me mostró como el enemigo se interpone para que las almas no escuchen la Palabra del Creador y se salven.

Espero esta experiencia nos sirva para entender la urgencia de compartir la Palabra con rapidez y en el Espíritu, ya que el tiempo es poco y el Señor nos dice:

Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.

Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.

Mateo 9:37-38 (RVR1960)

Oremos, intercedamos, ayunemos para buscar el favor del Creador y su rostro.

Audio: El día que el enemigo impidió…

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